Fue hace doce años, el 11 de
Septiembre de 2001. El mayor atentado terrorista de la historia fue televisado
en directo. Recuerdo que a pesar de lo terrible de las imágenes, me causaron una
morbosa atracción, creo que fue ese un efecto generalizado, y que eso seguramente se debió a
haber educado nuestra memoria visual con la espectacularidad de las imágenes de
cine del Hollywood actual.
No era una escena rodada con los
más modernos medios técnicos, no eran efectos especiales; estaba ocurriendo en
tiempo real, y creo que tardamos bastante rato en darnos cuenta del hecho
histórico que estábamos presenciando.
Fuimos testigos del cambio en las
reglas del juego. El terrorismo es una forma de lucha derivada de la guerrilla
urbana y que hunde sus raíces en los movimientos más radicales de finales del siglo XIX. El
terrorismo es la negativa consecuencia de la insensibilidad o indiferencia de
los distintos gobiernos hacia algunos problemas históricos enquistados en la
sociedad. La frustración y la impotencia del pueblo en estos casos, son el
caldo de cultivo para los movimientos terroristas, que los utilizan como
mártires de una pretendida verdad.
El odio genera más odio, y parece
irremediable, ya que tras cada conflicto hay muchos y muy oscuros intereses, y
es evidente que los esfuerzos para pacificar los escenarios de conflicto son
bastante nimios y poco efectivos. Podemos
mirar como ejemplo el caso de Palestina, que lleva más de sesenta años, y lejos
de haberse resuelto, cada día se agrava más.
No deberíamos cometer el error de
ver el fenómeno del terrorismo como algo aislado. Ese atentado se cobró 3.000
víctimas, un número muy inferior al de cualquiera de los muchos conflictos
actuales en países africanos o asiáticos.
Las distintas guerras de la antigua Yugoslavia se cobraron más de 300.000
muertos.
Un acto terrorista con un solo muerto
nos impresiona porque, teóricamente, trae la guerra a una zona de paz. Las
guerras son terribles y por eso occidente intenta llevar las suyas lejos de sus
territorios. La historia de la humanidad está escrita con la sangre derramada
en miles de guerras, el ser humano es la única especie que para sobrevivir
necesita matar a sus semejantes.
Ahora, Estados Unidos, junto con
algunos países de la OTAN, incluido España, marcha hacia otra guerra en un
territorio lejano: Siria. Esta guerra, tan injusta como las demás, está plagada
de intereses, y paradójicamente, el presidente Obama va a ayudar a los rebeldes
sirios, cuyo sector más importante es el grupo de AlQuaeda, aquellos que
hicieron el atentado contra las Torres Gemelas hace hoy 12 años. El terrorismo
está en todos lados, las armas son un gran negocio.
¿Quienes realmente fueron los responsables del atentado de las torres gemelas.
ResponderEliminarLos ejecutores realmente fueron dueños de sus actos y si lo fueron algunos, los de siempre sacaron provecho.
Totalmente de acuerdo contigo ese día cambiaron muchas cosas.
Con la lógica de tu brillante artículo sobre los idiotas, cándidos y tontos de pueblo
Hoy el sofisticado marketing de las grandes corporaciones hacen negocio de lo que no hace mucho era perseguido.
Que diría el Che Guevara si viera que su imagen es fuente de beneficios que los idiotas han comprado por moda ignorando la esencia de las ideas.
¿A quienes les interesa más el terrorismo?
Una pista pudiera encontrarse en La doctrina del shock.
Con aptitud y actitud radical :
• http://mitodelacavernayreflexioneseconomicas.blogspot.com.es/2013/11/la-imagen-del-puno-y-la-de-los-mercados.html
Felicitaciones por tu bitácora.