Hace unos cuantos días llego a mi
correo electrónico un spam de una tal María-videncia (o algo así) en el me
contaba que mis energías positivas y negativas se habían concentrado para
enviarle un mensaje de ayuda. Me comunicaba que sabía que tenía problemas
económicos, también me comunicaba que yo estaba pasando una mala racha y que
estaba al borde de la depresión. Me decía además que mis problemas de pareja no
le eran desconocidos, y que todo ello se debía a que estaba metido en una
especie de bucle de fuerzas negativas del que solo ella me podía liberar llamando
a un teléfono de esos de los que el minuto cuesta un riñón.
En mis tiempos de estudiante
compartí piso con un cubano que, según él, era físico nuclear, y que
probablemente lo fuera por las explicaciones tan científicas que aportaba en
cada conversación. Carlos, que así se llamaba este nativo de la Habana vieja,
se ganaba la vida en Madrid haciendo horóscopos para varias publicaciones. Su
método era muy sencillo: Conocía perfectamente la posición de los astros en
cada momento, por lo que en su enunciado semanal, a cada signo zodiacal, al que
los antiguos asignaron un planeta o estrella, prologaba la explicación
científica para darle más veracidad a su pronóstico. El resto eran tópicos
aleatorios que cada semana cambiaban de signo. Por ejemplo: esta semana tendrás
un problema o discusión con tu jefe o algún compañero de trabajo. Creo que no
hay nada más que hablar al respecto; quién no ha tenido en el transcurso de una
semana alguna discusión en el trabajo? Lo mismo se puede aplicar a la pareja o
a la familia y los amigos. Si es final de mes es muy lógico que se tengan
problemas económicos, por el contrario si es principios de mes las finanzas
irán mejor.
Los humanos, desde el principio
de nuestra existencia, hemos achacado a la influencia de fuerzas misteriosas cualquier fenómeno al que no
podíamos encontrar explicación lógica. Esa actitud, razonable en la antigüedad,
carece de sentido en la actualidad. La ciencia lo puede explicar todo, sólo que
muchos misterios aún tardarán siglos en ser desvelados. Algo tan sencillo de
explicar ahora, como la erupción de los volcanes o las tormentas eléctricas, antiguamente
se responsabilizaba a la ira de los dioses.
Creo que es muy cómodo
culpabilizar de nuestras desgracias a esas fuerzas misteriosas. La vida en sí
es un riesgo, pero si vivimos en Japón tenemos muchas más posibilidades de que
nos dañe un terremoto que en España. La mala suerte es algo que a todos nos
puede afectar en algún momento, pero el pesimismo es en sí una forma de atraer
a la mala suerte, porque nos impide buscar soluciones a ésta.
El misterio es algo que nos
mueve. Nacemos limpios y desde ese momento vamos desvelando misterios. Cada vez
que nos enamoramos es un nuevo reto en nuestro sistema neuronal, cada persona que
conocemos, cada proyecto nuevo, cada libro que leemos, es un nuevo misterio que
desvelamos. Como artista creo que la magia es necesaria para crear, buscar el misterio
que algún paisaje o alguna persona me inspiran es la energía para hacer esa
obra. Esas fuerzas misteriosas que mueven el motor de la humanidad son las
fuerzas del conocimiento, la curiosidad es la energía de la evolución.
Soy escéptico por naturaleza y
además soy ateo, eso no impide que tenga a veces mis supersticiones y que
busque remedios tópicos como tocar madera, pero soy consciente que la única
efectividad de ello estriba en que hace que cambie mi actitud para superar los
malos momentos. La resignación y el temor son instrumentos que el poder ha
utilizado históricamente para manipular al pueblo (aquí me ha salido mi vena
izquierdosa) pero no dudemos que la solución a nuestros problemas está en
nosotros mismos, si pensamos que es obra del destino eso nos volverá
conformistas y resignados. Gracias a la ciencia la humanidad ha evolucionado,
en positivo y en negativo, pero al menos nuestra calidad y esperanza de vida
han crecido. Podemos recurrir de manera irónica a las leyes de Murphy, pero si
la tostada cae del lado de la mantequilla es porque simplemente pesa más de ese
lado, y la ley de la gravedad hace el resto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario