La realidad no podemos cambiarla por
mucho que la ignoremos, muy al contrario, con nuestra ignorancia premeditada
contribuimos a recrudecerla. Es la apatía de las masas el mayor enemigo de las
personas, y debemos cambiar nuestra actitud si es que queremos cambiar nuestras
condiciones de vida.
Hace un año que el gobierno del PP sacó
su reforma laboral, con la finalidad según el Sr. Rajoy de crear empleo, y
desgraciadamente ha ocurrido lo que en su día muchos anunciamos: en un año
España ha aumentado el número de personas desempleadas en 800.000. Castilla La
Mancha es una de las comunidades autónomas con la tasa más alta de paro
(31,51%) y en la que más ha crecido el desempleo en el último año. Dentro de
Castilla La Mancha, Tomelloso es una de las poblaciones con más parados y la
evolución de nuestra ciudad en ese ámbito se corresponde con la tendencia a
nivel nacional con algunas particularidades.
Según la EPA (Encuesta de Población
Activa) hay en España más de 6.200.000 desempleados (26,30 %), por sectores es
el de los jóvenes menores de 25 años el mayor con un 57 % , de los que más del
32 % no ha trabajado nunca. Por otra parte está el sector de los mayores de 45
años que a nivel nacional ralla los dos millones (aproximadamente el 30 %) un
porcentaje que en Castilla La Mancha es algo menor con aproximadamente el 26 %
y que en Tomelloso es algo superior, a este respecto hay que decir que hace 14
meses que Carmen Casero es consejera de empleo y en nuestra ciudad hay mil
parados más desde entonces. Ha tenido que producirse esta situación para que
desde el Ayuntamiento se convoque una mesa por el empleo, mesa en la que no estarán
por cierto todos los partidos políticos, ni tampoco estarán todos los
colectivos afectados.
No quiero extenderme más en los datos,
porque la frialdad de las cifras nos hace alejarnos del drama particular que
viven dos millones de familias españolas en las que todos los miembros están en
paro. De esos dos millones de familias es fácil calcular que la mayoría están
compuestas por padres mayores de 45 años y de hijos menores de 25.
Por la parte que me toca quisiera
llamar la atención sobre este gran problema: Siempre se habla del desempleo
juvenil, y muy poco del que podríamos llamar desempleo maduro. Los mayores de
45 años reducen sus posibilidades de encontrar trabajo en un porcentaje creciente
conforme más edad van teniendo, esto ocurre incluso en tiempos de bonanza
económica, si le añadimos el hecho que siguen aumentando el número de años que
se deben cotizar para cobrar pensión de jubilación mínima auguro que este país
se irá empobreciendo de una manera acelerada en los próximos diez años y
siguientes décadas, y ni siquiera una recuperación económica muy potente, cosa
que por otro lado es improbable a no ser que el sistema actual cambie
radicalmente, podrá evitar la exclusión social de varios millones de personas
mayores en este país.
Además hay que pensar en el drama de
esos millones de personas a las que de pronto se les quita toda su dignidad y
sus esperanzas. Conforme van pasando los meses se van concienciando de la
dificultad de encontrar trabajo a su edad. En la mayoría de las ofertas de
empleo se requiere ser menor de 40 años y en las que no existe esa exigencia,
es evidente que también la hay. La desesperación empieza a hacer mella en estas
personas, y las salidas no se vislumbran, luego llegan las depresiones y en
algunos casos el suicidio.
A los que nos gobiernan se les llena la
boca con la palabra emprendedor. Nos han dado demasiados discursos al respecto,
nos han vendido la moto de que levantar la economía del país es responsabilidad
nuestra, y que para resolver el problema del paro los parados tenemos que crear
empresas, sin embargo la realidad es totalmente otra, y desde luego que los
mayores de 45 años no tenemos ninguna ayuda para ello, además las empresas ya
no tienen las ayudas que tenían por contratar a trabajadores experimentados, es
decir: mayores de 45 años.
Pertenezco a la generación que vivió la
niñez con la dictadura, cuyas imágenes en blanco y negro de una España
emergente pero carente de todo a algunos les producirán nostalgia, pero sólo es
debido a la añoranza de la juventud. Mi generación vivió la juventud durante la
transición, y fuimos soñadores esperanzados de conseguir un mundo mejor. Muchos
fuimos madurando con el progreso del país, otros muchos dejaron atrás sus
ideales y se engancharon en el carro del pseudopijismo arrimándose a quien
fuese para prosperar económicamente. Otros por supuesto se arrimaron al poder,
y la conclusión es que la situación de las personas entre 45 y 65 años ha sido
provocada por personas de la misma edad que son las que han tenido el poder en
las dos últimas décadas.
Ahora vemos impotentes como todo esto
se va por el retrete, y de pronto, esa generación que quiso cambiar el mundo no
sabe qué hacer. Sin embargo somos los únicos que podemos cambiar esto, los
jóvenes no saben ni quieren, están muy perdidos y nosotros somos los
responsables por no haberles sabido inculcar los valores que supuestamente
teníamos. Por lo tanto nos corresponde a nosotros salir adelante, debemos
empezar a coger las riendas porque hemos podido comprobar que no se las podemos
confiar a otros.
O lo hacemos nosotros o acabarán con
todos, éste es el último tren que podemos coger, y por supuesto que hay que
dejar el pesimismo y la desesperanza a un lado, y trabajar juntos para cambiar
éste sistema injusto e insolidario. Como hacerlo? No quedándonos en casa a
esperar.
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