CRÓNICA DE UN MIERCOLES

                                   CRÓNICA DE UN MIERCOLES
 Quedamos mis socios y yo para una intensiva reunión de trabajo. Nuestro entusiasmo por el proyecto que estamos poniendo en marcha contrasta con el momento económico-político actual. Una empresa de gestión cultural integral se antoja un tanto kamikaze, además como somos emprendedores con una idea distinta de lo que debe ser una empresa creemos en que la mejor opción es la cooperativa, y ahí chocamos con la administración: después de un mes llamamos y nos dicen que los estatutos están mal!
 Intentamos centrarnos en el proyecto, la casa de nuestra cliente-colaboradora es un campo de batalla total y nos repartimos entre la cocina, el salón y el despacho; lugares estratégicos en los que hay un ordenador encendido por estancia, y montones de carpetas.
 Retiramos un gran cuadro de estilo caribeño del salón para colocar un enorme mapa; ahora si parece el cuartel del alto estado mayor! Organizamos las fichas de las compañías de teatro y mientras unos las van ubicando en el mapa, Mary y yo en la cocina redactamos el folleto de presentación y diseñamos las estrategias para vender el producto: Teatro!
 A cada paso que damos la situación socioeconómica interfiere para disuadirnos de no utilizar esta o aquella estrategias. Son malos tiempos para la lírica, ni en prosa o en verso las artes escénicas son un producto que la sociedad demande, y menos aún la clase política, pués no vendemos pan y circo, aunque le llamen industria del espectáculo.
 Nada refrena nuestro entusiasmo. Perdemos casi una hora en encontrar una palabra adecuada; consultas en google y diccionarios analógicos, de ésos de papel que antes utilizábamos, y llegamos a la palabra por consenso, palabra que curiosamente teníamos apuntada desde el principio y que, por no se que extraña conspiración, no recordabamos haber desechado ni aprobado. Esto me recuerda una larga reunión que tuve con un equipo de creativos, en mi etapa de diseñador de muebles, donde se perdía el tiempo esperando a las musas en un loft con sofás de piel de vaca (artificial) y se discutían conceptos empuñando las lineas ofensivas y defensivas de un fútbolin, que curiosamente ocupaba la parte central de ese templo de la creación, enfatizando ideas con un violento giro de muñeca para imrimirle le suficiente dosis de vehemencia.
 La jornada laboral curiosamente finaliza al mismo tiempo que la jornada oficial; ya en la puerta miramos el reloj y descubrimos que son las 0,00 horas! Un alarde de coordinación subsconciente.
 Decidimos ir a cenar algo al templo de la enolo-gastronomía ROS CATERING, si; ese que está junto al parque y el centro de salud! Nos recibe una chica guapa, delgada, y salimos a la terraza con decoración chill out que Gemma Rosillo Calleja se ha currado con unas telas y que te traslada a Ibiza o cualquier otro lugar mediterraneo.
 Mi querida Gema nos advierte que dada la hora no podrá cocinarnos nada especial y aceptamos un poco decepcionados que nos prepare cualquier cosilla. Esperamos tomando una cerveza la llegada de las viandas y prolongamos un poco más la jornada laboral hablando de proyectos. A los pocos minutos la camarera nos trae unos chupitos de crema fría de pepinos, Una especie de ajoblanco en el que se sustituye la almendra por el pepino, que para mi tienen el equilibrio justo de pepino, ajo y aceite de oliva virgen. Las otras cosillas que nos trae son: Un hummus con carpaccio de gambas, foie a la plancha con queso de cabra semifundido y mermelada (de grosella creo), y una especie de vol a vent que resultan ser bolitas de bacalao en tempura tan sublimes que se deshacen en el paladar.
 Inmediatamente la conversación se desvía por los derroteros gastronómicos, tema que nos apasiona tanto a Arturo como a mi, mientras Lucio, que podría escribir una enciclopedia sobre cine, se mantiene como espectador y rechaza el foie con gran alegría por nuestra parte e inflando nuestra vanidad a costa de humillar cariñosamente a nuestro querido socio, con un alarde de nuestros conocimientos culinarios y nuestro exquisito paladar. Como estamos en el único lugar de la comarca, y posiblemente de la región, donde siempre tienes más de 20 vinos para degustación en copas y cuya bodega continuamente se va renovando, la cena se remata con un verdejo elegido por mi que me da ocasión para lucir mis pocos conocimientos sobre vino haciéndoles notar esos matices a hierba fresca en nariz, a frutos secos en boca y los tonos dorados dificiles de apreciar con esa iluminación.
 Terminamos la velada charlando con Gema, la cual nos informa del fatal desenlace de éste maravilloso local: "El día 17 cierro definitivamente por falta de clientes". La tristeza y la rabia me invaden y empezamos a maldecir a la prima de riesgo, a Bankia, al BCE y Angela Merkel, al rescate y la intervención encubierta, a la puta crisis y la mierda neoliberal, y hasta los presidentes nacionales y autonómicos, la mierda de políticos corruptos, a la iglesia, la monarquía, a Botín y toda su familia. De pronto nos trae la camerera la cuenta y vemos que por esa magnífica velada vamos a pagar 11 euros por cabeza. Entonces lanzo unas cuantas maldiciones que aún tenía guardadas a los pijos provincianos a los falsos enoaficionados pseudoelitistas y a la ignorancia que empobrece a los pueblos.
MALDITO MIERCOLES NEGRO! EL DÍA QUE RAJOY SUBIÓ EL IVA Y BAJÓ LA ASIGNACIÓN DEL SUBSIDIO DE DESEMPLEO, EL DIA QUE AGREDIERON A LOS MINEROS EN MADRID UNOS POLICÍAS A LOS QUE TAMBIÉN LE AFECTAN LOS RECORTES. EL DÍA QUE GEMA ANUNCIÓ QUE CERRABA EL ROS CATERING!